Lucio Oliveto || @lucio.oliveto22 [IG]
Yo siempre creí que las adicciones eran hijas de la estupidez, pero sí me equivocaba y, en realidad, lo son de la desesperación. Desesperación ante un mundo sin sentido; un mundo que cuanto más lo conocemos, más irracional se nos vuelve. Cualquier adicción es un escape a este mundo donde llegamos sin quererlo y lo abandonamos de la misma manera. Es, casi, una broma cósmica. Nos dejan probar un vaso de ambrosía, pero solo eso, nada más que un miserable vaso mientras que nos dejan con las ganas de más de ese maravilloso líquido. Qué hermoso es poder olvidarnos, distraernos, de este mundo, pero no de él sino del hecho de que hay que abandonarlo forzosamente. Las adicciones son el medio que usamos para lograr esa distracción tan anhelada. Hay adicciones más sanas que otras, pero todas sirven para lo mismo. Ya seas adicto al alcohol, a los videojuegos o al arte, no importa, lo único que buscamos es un escape; unas vacaciones de esta realidad y poder explorar otras, quizá, menos cínicas. Lo único que buscamos los adictos es una mentira que nos haga olvidar, solo por un momento, del demo de un juego que jamás podremos comprar.
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